RESTAURANTES EN VALENCIA:
El restaurante Pare Pere en Valencia es un claro reflejo de que solidaridad y gastronomía pueden ir de la mano. Y precisamente son las manos de su propietaria, Concha Castillejo, las que cada día encienden los fogones para cocinar sus ya famosas croquetas y empanadillas. Una historia peculiar y con un final feliz que levanta admiraciones y abre el estómago y el corazón a los clientes afortunados de conocerla y probar su cocina.
Concha es abogada de profesión y cocinera por vocación. Comenzó vendiendo sus croquetas en la pequeña taberna que tenía en la calle Pare Pere de Dénia (Alicante) y que en el año 2012 trasladó a la capital del Turia animada por su entorno y por su afán de superación. Sin duda, lo que más llama la atención de este proyecto, es su componente romántico.
No es fácil que el propietario de un local destine parte de sus beneficios a causas solidarias. Podemos decir que Concha es una de las honrosas excepciones que dedican los ingresos que obtiene, por la venta de dos de sus tapas emblemáticas, las croquetas y las empanadillas de titaina, al mantenimiento de dos familias en situación desfavorecida. Una circunstancia que le ha hecho superarse profesionalmente pero sobre todo personalmente y de la que se siente tremendamente orgullosa.
Dos tapas clásicas que, en el caso de Concha, elabora diariamente en la pequeña cocina de su local y son el plato estrella de su taberna situada en pleno Ensanche de Valencia. Unas croquetas caseras a base de masa artesana con un crujiente excepcional que esconden en su interior ese regusto meloso que recuerda a la cocina de la abuela. Y unas empanadillas que, como no podía ser de otra manera, elabora con titaina. Una mezcla a base de tomate, pimiento, ajo, atún y piñones, muy famosa en la capital y que tiene su origen en los poblados marítimos.
Pero Pare Pere es mucho más y en la actualidad también conquista los paladares de los más foodies a base de buen producto y cuidadas e informales elaboraciones. Así, su oferta está basada sobre todo en la excelencia del producto de km 0 con proveedores de proximidad que nutren la despensa de Concha.
En su carta se pueden encontrar tapas como la coca de dacsa o harina de maíz con atún casero y anchoa; el figatell con pan de vapor y salsa de tomate casera; los cartuchos de patatas chips caseras, de verduras de temporada en tempura, de pescaditos fritos o de escombros (calamarcitos fritos); ensaladas y verduras con tomates y cebolletas de temporada o salazones y marinados caseros. Todo regado al gusto con aceite de la Sierra de Espadán. Tampoco faltan los arroces y fideuàs melosas como la de calamarcitos y cola de gamba o calderos del pescador, recetas cocinadas todas ellas con pescado fresco del día.
Esta oferta se completa con las latas de Concha, de elaboración casera y que son una informal y sabrosa opción para compartir junto a una copa de vino y en buena compañía. Entre las más famosas están la de boquerones al vinagre de sidra y vino blanco con aceitunas y chips caseras y de esgarraet de pimiento del piquillo con mojama.
En definitiva, un nuevo caso de emprendedores valencianos que apuestan por la calidad, la tradición y la gastronomía sostenible y con causa. Un local referente para vecinos y foráneos en base al compromiso, el trabajo bien hecho y el trato cercano.
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