RESTAURANTES EN VALENCIA:
No es fácil encontrar dentro de la ciudad un restaurante que recoja en un mismo entorno lo que ofrece Las 3 Huellas. Intimidad, diseño, buena cocina y un trato cercano son la carta de presentación. Un espacio clásico de decoración ecléctica que combina a la perfección con la modernidad de los platos que salen de su cocina.
Este nuevo punto de encuentro para los amantes del buen comer, que nace de la inquietud de dos jóvenes empresarios con experiencia en el sector hostelero, se ha convertido en tan sólo un par de meses en un punto de encuentro desenfadado donde poder tapear a cualquier hora del día a precios asequibles. Así, el alma mater de Las 3 Huellas es la empresa valenciana Salsia Food and Feeling, formada por Juan Carlos LLuch y Alejandra Izquierdo. Con este “capricho gastronómico”, tal y como a ellos les gusta denominarlo, pretenden dar a conocer un nuevo concepto culinario basado en una cocina mediterránea e innovadora donde el máximo protagonismo lo adquiere el producto de temporada y de máxima calidad. En definitiva, pretenden que el cliente experimente un viaje sensorial por la gastronomía española sin salir de la capital del Turia.
A esto hay que añadir la continua evolución que tiene lugar en sus fogones y la frescura y juventud de un equipo que entiende a la perfección la filosofía que tanto Alejandra como Juan Carlos quieren transmitir. Una cocina de fusión con sabores contundentes y marcados tintes mediterráneos donde el arroz y los productos valencianos nunca pueden faltar. Un ejemplo, las setas con huevo a baja temperatura y cremoso de boniato con panceta ibérica y la papada de cerdo cocinada durante 72 horas a 65 grados, que es el plato estrella. Eso, sin olvidar la cocina de fusión reseñada con platos tan originales como la aceituna esferificada, que explota en la boca al ser de cocción inversa; el trampantojo de tomate o la tortilla española deconstruida.
Manjares que pueden ser maridados con cualquier vino de la carta de forma individual, de manera que cada comensal puede elegir uno diferente para cada plato sin necesidad de compartir botella. Además, es el mismo personal del establecimiento el que te aconseja el vino perfecto pero siempre respetando una regla fundamental: disfrutar de la comida y del vino que la acompaña. Cuentan con una amplia bodega de referencias muy distintas pero donde se da protagonismo principalmente a los ricos vinos de la tierra.
Porque lo importante para sus propietarios es que te sientas como en casa. Alejandra ha cuidado personalmente los detalles que dan vida a cada rincón. Materiales dignos de coleccionista comprados en anticuarios y rescatados, en ocasiones, del mismo rastro. Fotos de antepasados, un depósito antiguo de gasolina e incluso un cuadro de mandos de autoescuela se fusionan con un mobiliario de aire vintage, mesas sin mantel y paredes forradas de madera.
Un carácter informal del que se ha buscado dotar al entorno que se encuentra distribuido en 3 espacios diferenciados. Una terraza exterior, situada junto a la fachada principal del hotel que lo alberga, te da la bienvenida transformándose a media tarde en un entorno chill out con música ambiental de lo más relajante y provocador. La sala principal tiene una capacidad para unas 70 personas aunque estos jóvenes emprendedores también se encargan de la gestión de todos los salones del hotel. Pero, sin lugar a dudas, el patio interior es la verdadera joya del entorno donde poder celebrar eventos al aire libre y de más envergadura.
Un local de espíritu relajado, liberador, mediterráneo y muy auténtico donde se ve impresa la huella de sus propietarios.
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