Entre todos los dulces típicos de la Comunidad Valenciana, destaca uno por la sencillez en su elaboración y por su tradicional sabor. Características que hacen que este bizcocho, conocido popularmente como coca de llanda, se prepare en muchas casas valencianas casi todas las semanas ya que es un buen acompañamiento tanto para el desayuno como para la merienda, eso sin olvidar el tándem perfecto que hace con un buen chocolate a la taza. Si algo llama la atención en este dulce es su apellido, llanda, que hace referencia al recipiente, molde o bandeja sobre el que normalmente se hornea esta masa y cuya traducción al castellano es lata u hojalata. Su forma es rectangular y su medida más común es 20 x 30 cm de longitud y una altura de unos 5 cm.
Dentro de la Comunidad Valenciana, dependiendo de la zona geográfica en la que se elabore, el nombre de esta coca varía. Así, en Alicante es conocida como coca boba o coca secreta, en cambio en Castellón su denominación más común es la de coca mal feta (mal hecha) o coca de mida (de medida).
A pesar de que no existe constancia escrita de cuál es su origen, en lo que sí coinciden tanto los artesanos, que todavía hoy la elaboran en sus hornos, como nuestros mayores, es que nació en un momento de economía de guerra cuando la mayoría de las casas valencianas sólo guardaban en sus alacenas ingredientes básicos (harina, azúcar, huevos, aceite y leche). Ingredientes necesarios para elaborar este bizcocho y que en ocasiones también se utilizan para hacer otras interpretaciones como magdalenas o galletas.
Una de las principales variantes y más comunes es la que incorpora zumo de naranja o en la que se emplea la manzana, tanto en su relleno como en su cobertura. No obstante, también son muchos los que reinventan este bizcocho y utilizan en su elaboración otros productos no originales como la crema, las nueces y pasas o el chocolate. Esto da una idea del carácter polifacético de esta coca y de la amplia variedad de ingredientes con los que se puede elaborar sin perder su esencia. Pero sin duda, una de las recetas más antiguas y populares es la que detallamos a continuación y que lleva el sello de La Tahona del Abuelo. Uno de los hornos tradicionales más antiguos de Valencia, que data del 1886, y que hoy en día es regentado por la quinta generación de maestros pasteleros y panaderos.
RECETA DE COCA DE LLANDA DE LA TAHONA DEL ABUELO
Ingredientes:
– 6 huevos
– ½ kilo de azúcar
– 250 ml de aceite de oliva
– 250 ml de leche
– ½ kilo de harina floja (proviene de trigos blandos con bajo contenido en gluten y absorben menos agua)
– 25 gramos de gaseosa en sobre
Preparación:
– Mezclar los huevos y el azúcar con batidora hasta que la mezcla coja un tono blanquecino.
– Añadiremos la leche (que puede ser sustituida por zumo de naranja, o incluso agua, para la gente que tenga alguna intolerancia), la harina y la gaseosa.
– Una vez esta masa haya cogido cuerpo, se le irá incorporando poco a poco el aceite para obtener una mezcla homogénea.
– Verter el contenido resultante en la llanda a la que le habremos puesto previamente en la base un papel parafinado para impedir que se pegue.
– Espolvorear con abundante azúcar para que la capa superior de la coca quede crujiente.
– Precalentar el horno durante aproximadamente 10 minutos a una temperatura de 180 grados.
– Hornear durante 35 minutos también a 180 grados. A pesar de su fácil preparación, existen algunos detalles a tener en cuenta que harán que la receta sea perfecta.
Toma nota:
– Si utilizamos como ingrediente leche entera, el bizcocho saldrá mucho más sabroso.
– Para potenciar el sabor de la masa, podemos añadir un poco de ralladura de limón.
– Hay que tener en cuenta que, a más velocidad de batidora, más esponjosa estará la mezcla.
– No llenar en exceso la llanda porque, cuando la gaseosa empieza a hacer su efecto en el horno, la masa sube.
– Una vez pasado el tiempo de cocción, y para asegurarnos que la coca esté lista, la pincharemos con un palillo que debe salir limpio.
– Cuando la saquemos del horno, y antes de consumirla, la dejaremos reposar durante al menos 30 minutos.
Siguiendo estos trucos, conseguiremos elaborar una rica coca de llanda que, además, continua ampliando nuestro recetario tradicional en una época en la que los dulces americanos y su fondant parecen invadirlo todo.