En los dominios de la uva Bobal, en pleno altiplano valenciano y a casi 850 metros de altura, se alza El Terrerazo. La finca insignia de la familia Sarrión y de su afamada Bodega Mustiguillo, dedicada a la elaboración de vinos de calidad a partir de sus propios viñedos. Con ellos ha llegado a obtener gran prestigio internacional haciendo que sus tres vinos sean reconocidos como uno de los mayores exponentes de la variedad autóctona Bobal. Pero estos grandes éxitos tienen detrás una historia que empieza en el año 1999 cuando Antonio Sarrión, un joven requenense licenciado en Administración y Dirección de Empresas, hace realidad su sueño de elaborar un primer caldo.
Fue una cosecha pequeña, de apenas 25 barricas con Tempranillo, Cabernet y Bobal y fue esta última la que llamó más la atención por su personalidad. Aquella añada nunca salió al mercado pero sirvió para saber cuál sería desde entonces el reto: la Bobal. Por tanto, la añada del 2000 fue el debut de Mustiguillo en el mercado con dos marcas: Quincha Corral y Finca Terrerazo, a las que en 2002 se uniría mestizaje.
El secreto del éxito para Antonio Sarrión está en la convicción de que un gran vino nace en la viña. De ahí el mimo puesto en la fase inicial de poda, en la selección de sarmientos, el aclareo de racimos y en el vendimiar por fases para que la uva tenga su estado óptimo de maduración. Así pues todas las elaboraciones se realizan por separado ya que no tendría sentido realizar una vendimia tan selecta si luego se mezclaran todas las uvas. En definitiva se trabaja, y se consigue, que los vinos de Bodegas Mustiguillo sean de verdad, singulares y la expresión del suelo y el clima del Terrerazo.
Como ya hemos mencionado en inboga, los tres vinos fruto de este escrupuloso y meticuloso trabajo son Quincha Corral, Finca Terrerazo y Mestizaje. El primero es descrito por su elaborador como un vino con mucho cuerpo, estructura, color, glicérico; mientras que el segundo es un vino más elegante, menos concentrado y expresivo que Quincha Corral, que procede de parcelas más viejas. Del primer vino, elaboran entre 8.000 y 10.000 botellas anuales, mientras que la producción de Fina Terrerazo asciende a unas 40.000 botellas. En ambos casos, el porcentaje de Bobal es 100%. Caso aparte es Mestizaje, del que se elaboran unas 150.000 botellas y que Sarrión considera “la puerta de Mustiguillo”.
Tampoco podemos olvidar variedades locales como la Merseguera cuyos viñedos están en finca Calvestra (Requena) de donde se obtiene la uva blanca con la que se elabora el Mestizaje blanco y el nuevo vino de Mustiguillo que sale a mediados del mes de noviembre. A estas variedades autóctonas se une la Piñonera con la que se elabora el aceite de oliva virgen extra «Calvestra». Todo ello, trabajado el campo de una forma sostenible, para realizar agricultura ecológica.
Son muchos los premios y galardones obtenidos a lo largo de los años pero cabe destacar, en reconocimiento a la singularidad de sus vinos, la certificación en 2010 de Vino de pago (DOP El Terrerazo), convirtiéndose en la primera bodega del Mediterráneo en conseguirlo. Esta terminología significa que estamos ante un vino de calidad producido en una región determinada. Vinos muy apreciados por la gente que ama los caldos por las condiciones en las que se producen. Porque si algo hay que destacar, sobre todo lo demás, es que los vinos Mustiguillo evolucionan bien con el tiempo y muestran todas las virtudes de la Bobal: su color, buena acidez natural y su autenticidad entre las uvas mediterráneas.
Ctra. N-330, Km 195 El Terrerazo- Utiel (Valencia) Tel. 962168259/ www.bodegasmustiguillo.com