TENDENCIAS GASTRONÓMICAS:
No te descubrimos nada nuevo si afirmamos que los alimentos que ingieres repercuten en tu salud, pero seguro que te sorprendes al oír hablar de los alimentos felices o la comida del buen humor y la felicidad. Una tendencia gastronómica muy arraiga en Japón y EEUU pero que ya cuenta con miles de adeptos en todo el mundo. Su filosofía busca la felicidad del comensal por encima de todo, basándose en el convencimiento de que la alimentación incide claramente en nuestro estado de ánimo.
De hecho, esta circunstancia está avalada por muchas instituciones científicas que relacionan la ingesta de algunos nutrientes con la activación de determinados neurotransmisores que nos hacen sentir de mejor humor y menos vulnerables al desánimo o incluso la depresión.
La dietista Mª José Cambronero nos guía en el camino de la dieta de la felicidad o Food Mood y nos recuerda que no debemos subestimar el poder de los alimentos.
¿Pero qué alimentos hay presentes en esta dieta?
– Ácidos grasos Omega–3. Se trata de un tipo de grasa considerada esencial porque el cuerpo no puede producirla. Puedes encontrarla en el pescado azul, los frutos secos y los aceites vegetales como el de canola y el de girasol.
– Vitaminas del grupo B. Son un grupo de 8 vitaminas relacionadas con el metabolismo celular que están presentes en la carne magra de cerdo, pollo, huevos, pistachos y avellanas. Dentro de este grupo cabe remarcar la vitamina B6, que hallamos en las sardinas, lentejas, garbanzos y trigo integral; la B9, presente en el hígado de pollo, las espinacas y las judías pintas; además de la B12 en los riñones de cordero y el salmón.
– Zinc. Este mineral, que actúa como calmante nervioso, se encuentra en ostras, cereales integrales, sésamo, pipas de girasol, carnes rojas, yema de huevo, jamón y chocolate negro.
– Magnesio. Es un antidepresivo natural del que son fuente el arroz integral las legumbres, las pipas de girasol, el chocolate negro y las nueces.
Pero la Food Mood también cuenta con otros potentes aliados: el plátano, que activa la serotonina que es la hormona que se relaciona con el placer; los garbanzos que ayudan a disminuir el dolor y a prolongar el buen humor gracias a la fenilalanina; el aguacate por su poder antiinflamatorio; la guindilla al producir una sensación que nuestro cerebro malinterpreta, al pensar que lo están agrediendo, a lo que responde con una descarga de endorfinas; el ajo por ser un excelente antibactericida y en general todas las frutas y verduras ricas en fibra ya que eliminan una de las fuentes del mal humor como es el estreñimiento.
Por su parte, los expertos en nutrición suelen desaconsejar la leche a partir de los 12 años ya que es a partir de este momento cuando se reduce de manera considerable la producción de lactasa o enzima que fracciona la lactosa. No obstante, en el caso de que seas un ‘lecheadicto’ puedes recurrir a tomarla desnatada.
En el apartado de las bebidas, esta filosofía opta por el vino y por abandonar por completo los refrescos y alcoholes destilados porque como dijo el científico británico Alexander Fleming: “Posiblemente lo que cure sea la penicilina, pero lo que hace feliz a la gente es el vino”. Y todo apunta a que, tomado con moderación, éste puede reducir notablemente el riesgo de padecer algún accidente cardiovascular.
Entre los mayores enemigos de este tipo de comida se encuentran los azúcares refinados ya que, aunque su consumo nos produce un rápido efecto de felicidad, éste desaparece rápidamente.
No obstante, hay que tener en cuenta que la comida de la felicidad no es igual a un medicamento de efecto inmediato, sino que, para conseguir resultados visibles, hay que ser constante en el tiempo y, además, acompañarla de un estilo de vida saludable. Así que no te olvides de hacer ejercicio regularmente y prescindir de tabaco, alcohol y las archiconocidas como dietas milagro.
Ahora ya sabes que se puede conseguir la felicidad comiendo porque ésta es la base de la Mood Food comida para el bienestar del cuerpo y de la mente.
¡Hay que practicarla!