Chabe Soler al frente de la dirección gastronómica de Villa Indiano

Chabe Soler, chef del restaurante Villa IndianoSi hay un espacio único en Valencia, sin duda se trata de Villa Indiano, enclave donde siempre palpita la huerta. Situado en el término municipal de Burjassot, justo en el margen del enjambre urbano, Villa Indiano es un proyecto que funde restauración, eventos y ocio cultural en una villa centenaria con un precioso jardín. Abierto en junio de 2022, el restaurante inicia una nueva etapa culinaria, dirigida por la reconocida chef Chabe Soler. Con una carta que rinde homenaje al entorno y pone en valor a los productores locales, los comensales podrán disfrutar de platos genuinos, “elaborados a fuego lento” y con un discurso honesto de sostenibilidad, al apostar por la temporalidad y la proximidad, pero también por el bienestar del equipo. Y es que estamos ante un relato, sobre todo, de personas.

Esta nueva dirección gastronómica viene a consolidar lo que ya se sabía: Villa Indiano es un espacio singular, y cada quien puede disfrutarlo a su manera. Un lugar concebido para conectar con los demás y con el entorno en sí, pero también para sentirse parte de una comunidad. Por ello, la propuesta de Chabe no solo tiene que ver con una carta plagada de recetas valencianas y arroces de gran nivel, ya sean clásicos u originales, sino con una experiencia completa que se vive sin prisas. “En mi paradigma no entra eso de comer en 45 minutos, es igual de importante lo que sucede alrededor del plato”, asegura la chef, quien habla de integrar el marco “absolutamente privilegiado” en la experiencia, ya sea a través de los ingredientes o del propio paisaje que divisan los comensales.

Chabe Soler, chef del restaurante Villa IndianoEn la carta encontraremos “cocina real”, mucho producto de proximidad y algunos platos muy reconocibles, preparados con la máxima calidad y el mayor cariño. Por supuesto, habrá arroces, ya que Chabe Soler es campeona mundial de paella -fue la primera chef en ganar el World Paella Cup en 2020- y ha pasado toda una vida trabajando este ingrediente -cabe recordar que adquirió fama en el restaurante La Ferrera, de Pinedo, antes de incorporarse a restaurante La Salita, con una estrella Michelin-. Habrá recetas ortodoxas, pero también arroces de autora, que será posible encargar todos los días, tanto a mediodía como por la noche. También habrá lugar para productos de interior, como los embutidos y los quesos, o incluso las conservas de verduras, porque la riqueza de nuestra recetario no está solo en el mar. “Hay mucho más”, recuerda Soler.

Al margen del restaurante, en Villa Indiano también es posible disfrutar de una cocina más informal en la zona del jardín a base de tapas clásicas como las bravas o la ensaladilla rusa, que también van a vivir una actualización a cargo de la nueva chef. Sin embargo, Villa Indiano no es un proyecto que termine en lo culinario, por mucho que sea un pilar esencial: ante todo, es un punto de encuentro entre personas con todo tipo de ideas que buscan socializar y celebrar los días. En este recinto, la vida palpita en todos los sentidos, fomentando la creatividad y la diversión, con la huerta como hilo conductor de sus tres espacios: jardín cultural, restaurante y eventos. Todo ello se redondea con un modelo organizativo que concede gran importancia al equipo y la conciliación.

Un espacio con muchas vidas

Villa Indiano lleva abierto desde junio de 2022 como un proyecto que hibrida restauración, ocio cultural y eventos (sociales y corporativos) en un mismo espacio. En una villa centenaria de gran valor simbólico y en plena huerta, la rehabilitación no fue sencilla, pero sí absolutamente respetuosa. De hecho, ha recibido reconocimientos por parte de Hostelco en 2024 y de Hostelería Valencia en 2023 por su proyecto de interiorismo, así como la nominación al Premio de Arquitectura CSCAE en 2022. Entre los objetivos del grupo, que también es responsable de Convent Carmen en la ciudad de Valencia, siempre ha estado la puesta en valor del patrimonio y su devolución al uso público. De ahí que se potencien todas las posibilidades de un edificio tan especial, ahora en el entorno periurbano.

Así pues, la nueva propuesta gastronómica es un paso más en un camino que no conoce horizontes. Entre los planes de futuro de Villa Indiano se incluye potenciar la organización de eventos, como ya venían haciendo, solo que elevando su nivel culinario. “Estamos trabajando en unos menús actualizados que estén alineados con la propuesta del restaurante«, explica Chabe Soler. El espacio permite reservar salas privadas, así como hacer uso de la parte interior y de las pérgolas exteriores, por lo que será un lugar con gran demanda durante las celebraciones de Navidad.

La zona exterior de Villa Indiano, concebida como jardín gastronómico y cultural, es, en palabras de la propia cocinera, “una zona con un potencial enorme”. Bien sea para tomar un aperitivo durante el fin de semana, alargar la comida, disfrutar de una horchata o probar el Agua de Valencia del Café de las Horas -la firma ha establecido una colaboración con la casa-, el ocio está garantizado. “Porque Villa Indiano no es solamente para ocasiones especiales, sino un lugar donde la gente puede disfrutar de la cocina siempre que quiera«, aclara Chabe. A los talleres, conciertos y actividades que configuran la programación semanal, apta para todas las edades, se prevén sumar citas gastronómicas al aire libre, con la participación de cocineros amigos.

Chabe Soler, chef del restaurante Villa IndianoEste concepto de espacio integrador es lo que ha llevado a Chabe a una cocina abierta, que no solo responda a las necesidades gastronómicas, sino que también se fusione con el entorno. «La cocina no puede estar aislada del espacio. Nos ubicamos en un paisaje único, no hay nada como l’Horta Nord valenciana, y nuestra propuesta tiene que estar en sintonía. A la vez, desde aquí hay vistas a la montaña y al interior de la Comunitat, que a veces dejamos en segundo plano pensando en el producto de mar. Queremos que tenga su sitio y hacer us o de su despensa”, comenta la cocinera. Sin descuidar el valor humano, que hace grande la profesión. “Al final, lo importante no es lo que hay en el plato, sino todo lo que sucede alrededor”, añade. Y en este sentido, Villa Indiano le ha tomado el pulso a toda una generación valenciana que, más que un espacio, necesitaba un refugio.

A fin de cuentas, el sentimiento de pertenencia es, tal vez, uno de los más poderosos que existen. Somos seres sociales, necesitamos formar parte de algo: un equipo, una familia, un grupo de amigos o un movimiento social. Como símbolo de apertura, todas las personas son bienvenidas a Villa Indiano, ya busquen gastronomía, ocio, cultura o, simplemente, un espacio donde compartir ideas. Aunque desde luego, una buena excusa es la nueva propuesta gastronómica a cargo de Chabe Soler, como oda a esa huerta que tanto significa para Valencia.

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